Cada día es más frecuente que las noticias o reportajes que los periodistas enviamos a los medios de comunicación vayan acompañados de archivos de audio que los completan y les dan mayor valor. Los archivos de audio pueden aclarar, enriquecer un texto y, en la mayoría de los casos, completar la noticia haciéndosela llegar de un modo más cercano al lector.
Cada vez es más común que fuentes escritas como The New York Times tengan ya su propio podcast en la red.
Desde el primer día una de las funcionalidades que más me interesaron de mi ipod fue la posibilidad de bajarme desde iTunes, y de manera legal y gratuita, programas de música, documentales, o clases de inglés. De hecho, ahora ya
tres años después, en mi ipod ya casi sólo escucho podcasts, y aprovecho las aburridas sesiones de bicicleta en el gimnasio para ver los documentales de National Geographic o poder ver las noticias del día anterior a través de podcast de medios de comunicación americanos como The Washington Post aprovechando así para para practicar mi inglés.
El año pasado decidí empezar a crear mis propios archivos de audio, y lo primero que hice fue comprarme una grabadora. Se trata de un modelo muy parecido al actual Olympus WS-100, muy básica, pero práctica y fácil de usar.
Recuerdo que la primera cosa que hice, quizá lo que siempre hacemos todos cuando nos compramos un aparato que graba nuestra voz fue grabar mi voz.
Cada vez es más común que fuentes escritas como The New York Times tengan ya su propio podcast en la red.
Desde el primer día una de las funcionalidades que más me interesaron de mi ipod fue la posibilidad de bajarme desde iTunes, y de manera legal y gratuita, programas de música, documentales, o clases de inglés. De hecho, ahora ya
tres años después, en mi ipod ya casi sólo escucho podcasts, y aprovecho las aburridas sesiones de bicicleta en el gimnasio para ver los documentales de National Geographic o poder ver las noticias del día anterior a través de podcast de medios de comunicación americanos como The Washington Post aprovechando así para para practicar mi inglés.El año pasado decidí empezar a crear mis propios archivos de audio, y lo primero que hice fue comprarme una grabadora. Se trata de un modelo muy parecido al actual Olympus WS-100, muy básica, pero práctica y fácil de usar.
Recuerdo que la primera cosa que hice, quizá lo que siempre hacemos todos cuando nos compramos un aparato que graba nuestra voz fue grabar mi voz.
Me sorprendió comprobar las enormes posibilidades que existen al unir una grabadora con un programa de edición de audio; concretamente usé Audacity.
Es increíble las ventajas que te proporciona un programa de este tipo. Al igual que con un programa de edición de vídeo, puedes cortar, cambiar de orden las tomas, modular las voces etc. Estuve durante varias semanas haciendo pruebas con familiares y amigos, y viendo que realmente eso sería parte del futuro.
Hice incluso pruebas con amigos grabando diferentes conversaciones telefónicas. Me di cuenta realmente de cuánto puede enriquecer un archivo de audio real, una conversación de teléfono por ejemplo, publicada en la web de un periódico o incluso emitida en un telediario en televisión.
Es increíble las ventajas que te proporciona un programa de este tipo. Al igual que con un programa de edición de vídeo, puedes cortar, cambiar de orden las tomas, modular las voces etc. Estuve durante varias semanas haciendo pruebas con familiares y amigos, y viendo que realmente eso sería parte del futuro.
Hice incluso pruebas con amigos grabando diferentes conversaciones telefónicas. Me di cuenta realmente de cuánto puede enriquecer un archivo de audio real, una conversación de teléfono por ejemplo, publicada en la web de un periódico o incluso emitida en un telediario en televisión.
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